Tener cáncer no significa dejar de ser activo sexualmente, si bien es cierto que los tratamientos pueden interferir con algunas de las fases de la sexualidad humana, no todas las personas afectadas por cáncer se ven afectadas.
Cuando un tratamiento compromete tu actividad sexual lo primero que debe hacerse es tratarlo con naturalidad, consultar a tu médico o especialista y buscar soluciones.